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¿Cómo empezar a moverte si llevas una vida sedentaria?

 Guía para dar el primer paso hacia una vida saludable

¿Te has sentido estancado últimamente? ¿Pasan los días y sientes que tu cuerpo te pide moverse, pero no sabes por dónde comenzar? Si llevas una vida sedentaria y quieres mejorar tu bienestar físico y mental, este artículo es para ti.

En Vivamos Saludable, creemos que cuidar de nuestro cuerpo es una forma de amor propio. Por eso, hoy quiero acompañarte en ese primer paso hacia una vida más activa y equilibrada.

 

¿Por qué es tan difícil empezar a moverse?

Muchas veces, sabemos que necesitamos cambiar algo en nuestra vida, pero el simple hecho de empezar puede sentirse abrumador. Cuando llevamos mucho tiempo sin movernos, no solo el cuerpo se acostumbra a la inactividad: también lo hace la mente.

Hay muchas razones por las que nos cuesta dar ese primer paso. El trabajo, las responsabilidades familiares, el cansancio acumulado y el estrés del día a día nos dejan sin energía ni motivación. Además, es común que asociemos el ejercicio con algo agotador o que pensamos que “no es para nosotros”, especialmente si nunca hemos tenido una rutina activa.

También puede aparecer el miedo: miedo al dolor, a no poder seguir el ritmo, a compararnos con otros o incluso a fracasar antes de empezar. Estos pensamientos nos paralizan y hacen que posterguemos constantemente la decisión de movernos.

Pero la verdad es que no necesitas ser atleta, ni ir al gimnasio, ni tener una hora libre al día para empezar a sentirte mejor. El movimiento puede ser tan simple como una caminata corta, unos minutos de estiramiento o poner música y moverte en casa. Con pasos pequeños pero consistentes, puedes transformar tu energía, tu salud y tu relación contigo mismo.

Lo importante no es hacer mucho, sino empezar. Y hacerlo a tu ritmo, con compasión y sin exigencias. Porque moverte no es un castigo: es un regalo que te haces.

 

Beneficios de moverse más

Antes de que te hable de una rutina específica, quiero que pienses en los innumerables beneficios que trae consigo simplemente empezar a mover tu cuerpo. Muchas veces, nos enfocamos en las dificultades, pero los beneficios son mucho más amplios y profundos de lo que imaginamos.

Mejora del estado de ánimo: Moverte no solo activa tu cuerpo, sino también tu mente. Cuando haces ejercicio, tu cerebro libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Estas sustancias químicas naturales tienen el poder de mejorar tu estado de ánimo, reducir el estrés y ayudarte a sentirte más optimista. Es un cambio inmediato que puede hacerte ver el día con más claridad y energía.

Mayor energía durante el día: Aunque parezca contradictorio, cuanto más te mueves, más energía generas. Al activar tu cuerpo, estimulas la circulación sanguínea y mejoras la oxigenación de los músculos, lo que te deja con más vitalidad para afrontar tus actividades diarias. ¿Te has sentido alguna vez sin energía para nada? Moverte, aunque sea un poco, puede ser la clave para sentirte más despierto y menos agotado.

Menos dolores musculares provocados por la inactividad: El sedentarismo es uno de los mayores culpables de los dolores musculares y articulares. Pasar largas horas sentado o sin moverse debilita los músculos y favorece la rigidez. Sin embargo, cuando comienzas a moverte, incluso de forma ligera, reduces esa rigidez y previenes los dolores musculares que tanto nos incomodan. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!

Mejor digestión y circulación: El movimiento es una excelente manera de mejorar la digestión y promover una circulación más saludable. Al activar el sistema cardiovascular, ayudas a que los nutrientes y el oxígeno lleguen a todas las partes de tu cuerpo, favoreciendo no solo el rendimiento físico, sino también un sistema digestivo más eficiente. Moverte es un favor que le haces a tu cuerpo en su conjunto.

Más confianza en ti al ver que puedes comprometerte contigo mismo: Uno de los beneficios más poderosos de moverse es el impacto positivo en tu autoestima. Cuando decides moverte cada día, aunque sea por unos minutos, estás dando un paso hacia el compromiso contigo mismo. Esto no solo te hace sentir bien físicamente, sino que también te ayuda a fortalecer tu confianza. Ver que eres capaz de cumplir tus objetivos, por pequeños que sean, es una fuente de poder personal y motivación.

 

Actividades recomendadas para principiantes

Si no estás acostumbrado a moverte, lo mejor es comenzar con actividades suaves que no sobrecarguen tu cuerpo, pero que lo activen de manera efectiva. Aquí te dejo algunas opciones ideales para empezar sin necesidad de hacer grandes esfuerzos. Lo importante es dar ese primer paso, sin presionarte, y poco a poco ir incorporando más movimiento en tu vida.

1. Caminatas diarias

Caminar es una de las actividades más sencillas y efectivas para quienes recién comienzan. Es una forma excelente de activar tu cuerpo sin la necesidad de ir al gimnasio ni de tener equipo especial. Puedes empezar con solo 10 minutos al día, eligiendo un lugar agradable, ya sea en el parque, por tu barrio o incluso dentro de casa si el clima no acompaña. Lo mejor de caminar es que puedes ir aumentando gradualmente el tiempo según vayas sintiéndote más cómodo. Si eres constante, notarás cómo tu energía mejora y tu cuerpo se adapta con facilidad.

2. Estiramientos suaves

Los estiramientos son una excelente manera de empezar a mover el cuerpo de forma suave, especialmente si tienes poca flexibilidad o pasas mucho tiempo sentado. Dedica unos minutos al despertar o antes de dormir para estirar suavemente tus músculos. Estos movimientos no solo te ayudan a mejorar tu flexibilidad, sino que también liberan tensiones acumuladas, te hacen sentir más relajado y mejoran tu postura. Puedes empezar con estiramientos básicos como alcanzar los pies, estirar los brazos hacia el cielo, y mover el cuello suavemente de un lado a otro.

3. Ejercicios de bajo impacto en casa

No necesitas ir al gimnasio ni usar pesas para empezar a hacer ejercicio. Los ejercicios de bajo impacto que puedes hacer en casa son una excelente opción. Movimientos como las sentadillas (sin peso), levantar los brazos, pasos laterales o incluso bailar son formas sencillas de activar todo tu cuerpo. Estos ejercicios ayudan a mejorar la circulación, tonificar los músculos y aumentar tu energía. No es necesario hacerlos durante mucho tiempo al principio, con 5 a 10 minutos al día puedes comenzar a ver cambios.

4. Rutinas guiadas en YouTube

Si prefieres no hacer todo por tu cuenta, existen cientos de rutinas para principiantes que puedes seguir fácilmente en YouTube. Desde yoga, pilates, hasta cardio suave, hay opciones para todos los gustos y niveles. Lo mejor de estas rutinas es que puedes hacerlas en la comodidad de tu hogar y sin necesidad de ningún equipo, solo con tu propio cuerpo. Muchas de estas rutinas están diseñadas para ir aumentando poco a poco en intensidad, por lo que te permiten progresar sin riesgo de sobrecargarte. Busca rutinas que se adapten a tu ritmo y no te sientas presionado por seguirlas al pie de la letra; lo importante es moverte a tu manera.

 

Rutina para la primera semana

Te dejo una propuesta simple para comenzar a moverte desde casa:

Lunes a viernes:

  • 5 minutos de estiramientos suaves
  • 10 minutos de caminata (puede ser dentro de casa o al aire libre)
  • 5 minutos de ejercicios básicos:
    • 10 sentadillas
    • 10 levantamientos de brazos
    • 10 pasos laterales a cada lado
    • 10 segundos de marcha en el lugar

Sábado o domingo:

  • Camina 15 minutos a ritmo lento, disfrutando del paisaje o escuchando música.

 

Consejos para mantener la motivación

Una de las claves para convertir el movimiento en un hábito es mantener la motivación alta. Todos pasamos por días en los que nos sentimos menos energéticos o nos cuesta tomar la decisión de movernos. Sin embargo, pequeños trucos pueden hacer que este proceso sea mucho más fácil y divertido. Aquí te dejo algunos consejos para mantener esa chispa de motivación:

1. Deja tu ropa deportiva lista para usar

Cuando tu ropa deportiva está lista y visible, es mucho más fácil tomar la decisión de moverte. Preparar tu equipo por la noche o dejarlo a la vista durante el día te recuerda constantemente que el ejercicio es una prioridad. Al tener todo listo para usar, reduces la tentación de procrastinar y eliminas la barrera mental de “no sé qué ponerme”. Simplemente ponte la ropa y hazlo.

2. Celebra tus logros, por pequeños que sean

Es importante reconocer cada paso que das, incluso si parece pequeño. Si hoy lograste hacer 10 minutos de caminata o una sesión de estiramientos, ¡eso es un logro! Celebra esos momentos y no subestimes su valor. Cada avance es una victoria y te acerca más a tu objetivo final. La autocompasión y la celebración son motivadores poderosos que te animan a seguir adelante.

3. Agenda tu momento de movimiento como una cita contigo

Uno de los mejores consejos para mantenerte motivado es tratar tu ejercicio como una cita inamovible en tu agenda. De igual manera que no dejarías pasar una reunión importante, no dejes pasar tu momento de movimiento. Al programarlo en tu día, te comprometes contigo mismo a hacerlo, y poco a poco esto se convierte en una rutina.

4. Pon música que te motive

La música es un gran aliado cuando se trata de mantener la motivación. Ya sea que prefieras música energética para hacer cardio o algo más suave para estiramientos, escuchar tus canciones favoritas puede ser el empuje extra que necesitas para ponerte en marcha. Crea una lista de reproducción que te inspire y acompáñala con tu actividad física para sentirte más motivado y disfrutar cada momento.

5. Comparte tu progreso o escríbelo en un diario

Registrar tu progreso, ya sea en un diario o en redes sociales, te ayuda a ver cómo avanzas y te da una sensación de logro. Compartir tus logros con otros también puede ser una excelente manera de mantenerte comprometido, ya que recibes el apoyo de quienes te rodean. Si prefieres algo más privado, escribir en un diario te permite reflexionar sobre tus emociones y progresos de manera personal. ¡No subestimes el poder de reconocer tus esfuerzos!

Recuerda que la motivación puede ser fluctuante, pero los hábitos constantes y estos pequeños trucos pueden ayudarte a mantenerte en el camino. Lo importante es no rendirse y disfrutar del proceso. ¡Cada día es una nueva oportunidad para moverse y mejorar!

 

Conclusión

Empezar a moverse después de una vida sedentaria no tiene que ser abrumador. Lo importante es dar ese primer paso, aunque sea pequeño, y mantener la constancia. Tu cuerpo y tu mente te lo van a agradecer.

No se trata de perfección, sino de intención. Cada día que eliges moverte es una muestra de amor propio y compromiso contigo. En Vivamos Saludable estamos para acompañarte en ese camino, paso a paso.

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